Estamos en un verano muy esperado dado que en el 2020 prácticamente no pudimos disfrutar de playas y sol. Por eso es importante, que pongamos en práctica la prevención de aquellas patologías de las que conocemos su forma de contagio.
Vamos a centrar la atención de este artículo en conocer a fondo cómo podemos prevenir y tratar las verrugas víricas, muy comunes durante el verano por su fácil transmisión en zonas en las que hay humedad, caldo de cultivo excelente para el virus que produce las verrugas así como su transmisión.
Normalmente, las verrugas que aparecen en los pies, se denominan de forma equívoca papilomas. El término no está debidamente empleado; las verrugas plantares, que es como se llaman en realidad, están producidas por el virus del papiloma humano (VPH) y por eso se le asigna ese nombre. Son lesiones que aparecen en las plantas de los pies, tienen aspecto de coliflor y pueden tener pequeñas manchas negras en su superficie.
Por la presión que se ejerce sobre las zonas, se suele formar un endurecimiento de la piel encima de la verruga. Pueden ser dolorosas o no, dependiendo del tiempo de la evolución, localización y subtipo del virus del papiloma del que se trate. Suelen transmitirse en zonas comunes de uso como baños, piscinas, lavapiés, etc.
Para que se produzca el contagio de una verruga plantar debe haber una puerta de entrada del virus, que suelen ser lesiones previas en plantas de pies como ampollas o cortes. Hay que descartar otras patologías como callos, cicatrices y presencia de cuerpos extraños en las capas más superficiales de la piel. Es importante tratarlas para prevenir el autocontagio a otras zonas del cuerpo o incluso a otros miembros de la familia que convivan con e l portador del virus.
Las verrugas vulgares, no sólo pueden aparecer en las plantas de los pies, sino que pueden aparecer también en el dorso de las manos, alrededor de las uñas o incluso en forma de verrugas planas en cara y otras partes del cuerpo como cuello o escote. Y es aquí donde debemos hacer un inciso importante en otro tipo de verrugas producidas por algunos subtipos de VPH, las verrugas genitales.
Las verrugas genitales son una de las enfermedades más comunes de transmisión sexual. Son pequeñas protuberancias de color carne o blancas y pueden tener también aspecto de coliflor. En mujeres, suelen aparecer en las paredes de la vagina, vulva, canal anal y cuello uterino. Pueden aparecer a los meses incluso años de haber tenido contacto con el portador del virus. La transmisión de las verrugas genitales es sencilla si se tienen relaciones sexuales sin la debida protección, a pesar de que descubrir qué o quién ocasiono el contagio es muy difícil.
El diagnóstico de verrugas genitales debe darlo un médico y puesto que pueden reproducirse o agrandarse, por ese motivo, la mejor opción es eliminarlas.
El tratamiento de las verrugas producidas por cualquier subtipo del virus del papiloma humano (VPH) es importante por su alto potencial de contagio. Se pueden emplear distintos tratamientos como fórmulas queratolíticas, crioterapia o incluso láser de CO2, pero estas técnicas presentan el inconveniente de que pueden resultar insuficientes para la profundidad dérmica a la que se encuentra la verruga o producir cicatrices en zonas como los pies, muy molestas posteriormente para el paciente.
La técnica de elección, siempre que se disponga de ella, es el Láser de colorante pulsado V-Beam II. Esta técnica, trata la verruga desde la base, cerrando la vascularización que alimenta a las verrugas para su crecimiento y lo más importante, sin lesionar la piel de alrededor y por tanto evitando las molestas cicatrices posteriores que se ocasionan con otras técnicas.
Independientemente de disponer de los mejores tratamientos, Centro Dermatológico Estético resalta la importancia de la prevención del contagio, por lo que en este caso, la medicina preventiva juega un papel primordial frente a la curativa. Si dudas sobre si tienes verrugas, consulta con un especialista. El asesoramiento sobre la prevención y tratamiento es muy importante en cualquier patología vírica, porque es importante mantener la propia salud y también la de los demás.
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