El verano ya se fue y la mayoría nos hemos mirado de reojo al espejo. Si con la llegada del otoño crees que necesitas adelgazar o perder algunos kilos que has ganado estas vacaciones no existen recetas milagrosas: comida saludable y ejercicio deben ser tus mantras. Llevar una dieta equilibrada es la base de cualquiera que quiera cuidarse y perder peso. Además, hay algunos alimentos que debido a sus propiedades pueden ayudarnos con este objetivo. Igual no es lo que más te gusta del mundo, pero es el caso de las espinacas.
Esta verdura, que no tiene muchos adeptos, es indispensable para la pérdida de peso. Tienen una alta cantidad de fibra; sobre todo fibra soluble que es muy beneficiosa para acelerar el tránsito intestinal. Además, es conocida por su capacidad para reducir la grasa abdominal y favorecer el sistema digestivo.
Otra de sus ventajas: es un alimento muy saciante. Esta cualidad la convierte en la perfecta aliada para aquellas dietas en la que la reducción calórica sea significativa y haya mucha sensación de hambre.
La recomendación es incluirla lo máximo posible en la dieta, y es que existen muchas formas de consumirla, como por ejemplo, en batidos.
Un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Estados Unidos recoge que el consumo diario de espinaca reduce tanto la grasa corporal como el peso. Y hay más: las mujeres que la consumen a diario adelgazan un 43% más de las que no la incluyen en su dieta.
Las espinacas tienen más posibilidades de lo que puede parecer a priori. Se pueden comer salteadas, en ensaladas, incluirlas en revueltos, incorporarlas en guisos de legumbres como garbanzos o fabas. También se pueden utilizar para rellenar pechugas de pollo o filetes de pescado. Otra opción es incluirlas en batidos verdes.
Sin salirnos del mundo vegetal, otra opción para adelgazar es incluir el consumo de plantas medicinales en tu dieta.