MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) –
En la última semana de julio, España conoció los resultados del estudio ‘Felicidad y valores sociales, realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) a partir de 2.843 entrevistas. Los datos reflejan que el 80,4 por ciento de los españoles son personas felices, frente a un 11,4 por ciento que afirman que no lo son y un 7,7 por ciento que dice que “depende o en parte”.
De hecho, un 89,6 por ciento de los españoles afirma que “lo más importante en la vida es ser feliz”. Sobre las personas que aseguran ser felices, el 25,2 por ciento opina que “mejorar la situación económica, propia o del entorno” les ayudaría a ser aún más felices, un 19,5 por ciento dice que lo haría “mejorar su situación laboral”-
Ahora, un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología asegura que juzgar el grado de felicidad puede ser “contraproducente” y afectar negativamente a la satisfacción vital y el bienestar psicológico.
En tres experimentos con más de 1.800 participantes, los investigadores descubrieron que tener preocupaciones o juicios sobre el propio nivel de felicidad se asociaba a un menor bienestar, debido en parte a una mayor negatividad y decepción ante los acontecimientos positivos. La investigación se publicó en la revista ‘Emotion’.
“Pensar demasiado en el propio nivel de felicidad podría estar relacionado con el miedo a no estar a la altura o a no ser tan feliz como los demás”, afirma la investigadora principal, la doctora Felicia Zerwas, estudiante de doctorado en la Universidad de California-Berkeley durante esta investigación y ahora investigadora postdoctoral en la Universidad de Nueva York (Estados Unidos).
“Hay muchas presiones sociales, al menos en Estados Unidos, que fomentan la falacia de que la gente debe sentirse feliz todo el tiempo para lograr un mayor bienestar”, afirma. “En general, permitirse experimentar las emociones, sean positivas o negativas, con una actitud de aceptación podría ser una herramienta útil para buscar la felicidad y aumentar el bienestar”, ha apuntado.
Contrariamente a algunos estudios anteriores, la investigación actual descubrió que la búsqueda de la felicidad, o ver la felicidad como un objetivo muy importante, no tenía ningún impacto perjudicial sobre el bienestar. Sin embargo, juzgar el propio nivel de felicidad sí. La investigación incluyó varias muestras de participantes, como estudiantes de la Universidad de Yale, miembros de la comunidad de Denver y Berkeley (California) y estudios en línea con participantes de Estados Unidos y Canadá.
Los participantes respondieron a preguntas sobre sus creencias acerca de la felicidad, así como sobre su bienestar psicológico y sus síntomas depresivos. Preocuparse por la propia felicidad se asoció con una menor satisfacción vital general y un menor bienestar psicológico, así como con mayores síntomas depresivos.
La investigación también descubrió que preocuparse por la propia felicidad se asociaba con una mayor negatividad ante los acontecimientos positivos.
“Tener grandes expectativas sobre la propia felicidad puede ser perjudicial porque hace más difícil alcanzar el nivel de felicidad que esperamos de un acontecimiento positivo”, afirma Zerwas.