Llega una época llena de acontecimientos que hemos echado de menos estos últimos años como consecuencia de la pandemia. Reuniones familiares, fiestas, cenas y eventos en las que si algo queremos es vernos bien. Este año vamos a valorar más y mejor estos días tan especiales, las restricciones por el covid-19 van en descenso y aunque debemos seguir siendo cautos tenemos la oportunidad de reencontrarnos con nuestras familias y amigos en estas fechas tan especiales.

Centro Dermatológico Estético dispone de una completa gama de tratamientos faciales para tener un aspecto especial, terso y luminoso cuando llegue la Navidad. Haremos especial mención a los más demandados:

La limpieza e higiene facial debe ser algo rutinario


Se consideran hábitos, y no deben hacerse como algo excepcional, sino como algo rutinario que previene la aparición de problemas posteriores. Ejemplo de limpieza e higiene facial puede ser el empleo de limpiadores y tónicos adecuados, así como limpiezas profundas en manos de profesionales con la frecuencia que cada piel requiera.

Los tratamientos de hidratación más frecuentes se realizan con ácido hialurónico, el captador de agua más natural y que se encuentra en altas concentraciones en pieles jóvenes, pero que va disminuyendo conforme pasan los años. Se pueden realizar hidrataciones con ácido hialurónico para recuperar la hidratación de la piel y que luzca con un aspecto más terso y luminoso.

Recupera la luz, tersura y vitalidad


Aplicar bajo la piel vitaminas hace que el rostro recupere luz, tersura y vitalidad. Este tratamiento puede combinarse con algún peeling de luminosidad para finalmente conseguir un excelente resultado.

Cuando las arrugas de expresión han dejado un surco en nuestra piel, podemos aplicar rellenos de ácido hialurónico que consiguen recuperar el surco y rejuvenecer la expresión del rostro al no verse marcada la arruga. Normalmente el profesional médico decide el tipo de relleno que más conviene a cada paciente.

El resultado se puede observar en cuestión de hidratación, luminosidad y tersura de la piel.


Este producto es tan versátil que dependiendo de la densidad a la que se emplee se puede utilizar para reposicionar pómulos, masculinización facial, relleno de ojeras, etc. El resultado, además de en la estructura facial, también se puede observar en cuestión de hidratación, luminosidad y tersura de la piel.

Es un relleno obtenido a partir del plasma del propio paciente y convertido en gel a través de un procedimiento térmico. El que se trate de un producto autólogo hace que pueda emplearse desde temprana edad y presenta la ventaja de que los factores de crecimiento se liberan gradualmente y aportan sus beneficios a la misma vez que se rellena la arruga de expresión.

Aunque existen pacientes que deciden iniciar antes la terapia con toxina botulínica por la dureza en la expresión de sus gestos. Si se aplica como es debido, no cambia en absoluto la expresión del rostro y rejuvenece la mirada instantáneamente después de su aplicación.

Igualación de tono y los de luminosidad


Existen multitud de peelings, los más usados, los de igualación de tono y los de luminosidad. Se pueden emplear a cualquier edad y aportan al rostro luz y tersura, recuperando de esta forma la vitalidad en la piel.

Se utilizan para dar firmeza a ciertas zonas que con el paso de los años decaen por la disminución en la formación de colágeno y elastina de la propia piel. Es un tratamiento que ofrece buenos resultados a corto y medio plazo y que genera seguridad y autoestima por la mejora inmediata en el aspecto físico.

Consultar siempre con un profesional cualificado que realice las técnicas personalizándolas


Aunque existen multitud de posibilidades a la hora del cuidado facial, lo más importante de la Medicina Estética es saber escoger en cada momento qué es lo que más conviene al paciente y qué le va a hacer sentirse mejor.

Por ello es importante consultar siempre con un profesional cualificado que realice las técnicas personalizándolas a cada paciente, a cada circunstancia y viendo la belleza de forma integral, como un todo. Este año, disfrutaremos de la Navidad valorándola como nunca, pero primero, una puesta a punto para valorarnos ante todo a nosotros mismos.

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