Un 17% de los jóvenes valencianos de entre 15 y 24 años tiene un consumo problemático clínico de alcohol
VALÈNCIA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) –
El consumo problemático de cannabis y el consumo de cocaína multiplican por 19 la probabilidad de intento de suicidio en los últimos 12 meses y además se asocian a un riesgo dos o tres veces superior de presentar antecedentes de trastornos depresivos o de ansiedad. Además, son mucho más frecuentes entre los grupos de edad más joven y las personas socialmente con menores ingresos económicos.
Así, se desprende de la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas referente a la Comunitat Valenciana realizada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad que hoy ha presentado el director de la Oficina de Salud Mental y Adicciones, Bartolomé Pérez.
Pérez ha recalcado que estos datos demuestran que hay que “dejar de banalizar” el consumo del cannabis y “lanzar mensajes falsos” porque “cuando alguien dice que no pasa nada se está perjudicando a los más vulnerables”: afecta al 7,6% de quienes cobran menos de mil euros frente al 1,4% de los que cobran mas de 3.000 euros.
Asimismo, ha advertido de las graves consecuencias entre los jóvenes ya que hasta los 21 años los lóbulos frontales del cerebro no están completamente maduros y “todo lo que se dañe tendrá un efecto permanente”: “su capacidad cognitiva, memoria y capacidad de razonar no va a ser en absoluto la misma”.
La encuesta revela una mejor evolución que a nivel nacional, con un descenso generalizado en el consumo de sustancias, incluyendo los consumos problemáticos de alcohol y de cannabis. No obstante, se mantienen prevalencias de consumo de alcohol, tabaco y cannabis más elevadas que a nivel nacional y el consumo diario de fármacos hipnosedantes y opiodes también es superior.
En concreto, 107.000 personas consumen a diario cannabis en la Comunitat Valenciana, el 3,1% de la población, lo que supone que ha aumentado dos décimas respecto a 2022, mientras que en España ha bajado tres décimas. No obstante, el consumo problemático ha bajado dos décimas, tres menos que en España. Aún así, 44.873 personas son “adictos” al cannabis, el 1,3% de los valencianos.
Por su parte, 72.487 personas han consumido cocaína en los últimos 12 meses, el 2% de la población, lo que supone un descenso de siete décima en los últimos dos años, mientras que a nivel nacional aumenta una décima.
EL 17% DE LOS JÓVENES TIENE UN CONSUMO PREOCUPANTE DE ALCOHOL
Respecto al alcohol, más de 258.881 valencianos hacen un consumo problemático clínico, lo que supone el 7,5% de la población, con una incidencia similar de hombres y mujeres, aunque la tasa ha bajado un 1,5%. En ese caso, la prevalencia es mayor entre las clases más pudientes, un 12,9% entre los que cobran más de 3.000 euros frente al 8,5% de los que cobra menos.
Especialmente preocupante es que el 17% de los jóvenes de entre 15 y 24 tiene este problema: “no se trata de atracones los fines de semanas, un problema clínico”. Por su parte, el 11,7% de los valencianos bebe a diario –3.075.512 personas–, un 0,2% menos.
El consume de tabaco también ha descendido, un 5,9%, más de un tercio de los valencianos sigue fumando: 1.256.438 personas, y de nuevo afecta más a los colectivos más vulnerables. Por su parte, el consumo de fármacos hiposedantes y opioides se encuentra más extendido en el grupo de edad mayor edad –de 55 a 64 años–, así como entre quienes disponen de menores ingresos económicos.
Asimismo, ha recalcado que cuando se aumenta el presupuesto para combatir las adicciones estás bajan. Al respecto, ha señalado que “durante años” la Comunitat Valenciana ha dejado “absolutamente abandonada” esta prevención, pero que este año 2024 se ha incrementado un 34%.
DANA Y CONSUMO
Por otra parte, ha señalado que tras la dana se prevé un incremento en el consumo de alcohol y drogas, al igual que de los casos de ansiedad, depresión y estrés postraumático, pero ha recalcado que hay que ser “proactivo y no alarmista ni determinista” porque “si la reconstrucción va bien, la resilencia, y el apoyo el problema será menor”. De ahí, ha destacado la actuación “inmediata” que se desplegó para atender los problemas de salud mental desde el mismo día 30.