MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) –
Evitar el consumo de comidas especiadas, alcohol y café minimiza los signos de hiperhidrosis, una patología caracterizada por sudor excesivo, según ha señalado la especialista en dermatología médico-quirúrgica y venereología del Hospital Vithas Las Palmas Rosmary Martín.
Se estima que la hiperhidrosis afecta del uno al cinco por ciento de la población. Generalmente, se trata de personas sanas que suelen comenzar a padecer este trastorno al inicio en la pubertad, aunque su mayor impacto se produce hacia los veinte o treinta años. Puede ser una condición crónica sin causa conocida, que se denomina primaria, o debida a causas médicas o medicamentosas, lo que se considera una hiperhidrosis secundaria, por lo que requiere valoración médica para precisar su diagnóstico.
“Cuando la hiperhidrosis primaria está localizada se denomina hiperhidrosis focal primaria. Se produce generalmente en las axilas, palmas y plantas; aunque es posible que aparezca en otras localizaciones, como la cara o el cuero cabelludo. Se considera que en la hiperhidrosis primaria hay un importante componente genético, dado que el proceso tiende a afectar a familias enteras (los antecedentes familiares son evidentes entre el 30 y el 50% de los casos)”, ha asegurado Martín.
En la hiperhidrosis primaria hay algunos factores que pueden contribuir a los brotes de sudor excesivo, entre los que se encuentran la ansiedad o nerviosismo en relación con una situación, encuentro o suceso concreto, los cambios en el estilo de vida o las alteraciones en el estado de salud general. El incremento de peso, el consumo de alcohol, o de algún medicamento o droga y los cambios de clima o de temperatura, como la llegada del verano, son otros condicionantes.
La hiperhidrosis secundaria, por su parte, se produce por una enfermedad subyacente o al tomar ciertos medicamentos, como analgésicos, antidepresivos y algunos medicamentos hormonales y para la diabetes.
Tener las manos húmedas o mojadas y la ropa empapada por el sudor puede producir vergüenza, afectando a la capacidad de socialización, la búsqueda de trabajo o los objetivos educativos. A este respecto, la especialista ha señalado como recomendaciones evitar exponerse de forma directa al sol y usar ropas de fibras naturales como el algodón de colores claros o muy oscuros para ocultar los signos de sudoración y usar forros protectores para axilas.
Además, Martín ha explicado que en Vithas Las Palmas hay varias opciones terapéuticas médicas o quirúrgicas que pueden ayudar a estos pacientes. Entre ellas, destaca el uso de toxina botulínica de tipo A, que se considera de las mejores opciones para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar, también factible en palmas de las manos y plantas de los pies.
Otro de los métodos disponibles es la iontoforesis, un tratamiento eléctrico que introduce iones en la piel a través de una corriente eléctrica desconectando temporalmente a las glándulas sudoríparas. Asimismo, los fármacos anticolinérgicos se han estado utilizando predominantemente para el tratamiento de la hiperhidrosis secundaria en casos muy excesivos y bajo estricto control médico.