MADRID 14 Dic. (EUROPA PRESS) –
Un ensayo clínico ha refutado la creencia extendida de que las extirpación de las amígdalas en niños con trastornos respiratorios leves del sueño provocan un aumento de peso no deseado.
La adenoamigdalectomía, operación quirúrgica en la que se extirpan las amígdalas y las adenoides, tiene una elevada tasa de éxito en la mejora de los síntomas de los trastornos respiratorios leves del sueño en niños. Los trastornos respiratorios leves del sueño se producen cuando los niños presentan síntomas de apnea obstructiva del sueño pero no una apnea obstructiva del sueño clara en las pruebas del laboratorio del sueño.
En el estudio ‘Pediatric Adenotonsillectomy Trial for Snoring’ (PATS), cuyos resultado se publican en la revista ‘JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery’, participaron 458 niños con trastornos respiratorios leves del sueño, distribuidos aleatoriamente en dos grupos: los que se sometieron a adenoamigdalectomía y los que recibieron ‘espera vigilante con cuidados de apoyo’.
Los resultados generales del PATS mostraron que la adenoamigdalectomía no produjo una mejora estadísticamente significativa en los resultados primarios del neurodesarrollo, pero sí en ciertos resultados secundarios, como los síntomas, la presión arterial y la calidad de vida. Este trabajo utiliza los datos del ensayo para poner a prueba la afirmación de que el aumento de peso no deseado es un posible efecto secundario de la intervención.
“Durante muchos años, la suposición de que la amigdalectomía provocaba un aumento de peso en los niños se basaba en estudios iniciales con pocos datos de control”, afirma Erin Kirkham, doctora en Medicina, especialista en Salud Pública y otorrinolaringóloga pediátrica del Hospital Infantil C.S. Mott de la Facultad de Medicina de la Universidad de Muchigan (Estados Unidos) y autora principal del estudio.
“Resulta que los niños con sobrepeso tienden a ganar más peso con el tiempo, independientemente de si se han sometido o no a cirugía para la apnea del sueño –prosigue–. Antes veíamos una trayectoria natural de aumento de peso -que iba a ocurrir de todos modos- y lo atribuíamos a la cirugía”.
Según explica, “el peso y los trastornos respiratorios del sueño en los niños están interrelacionados. Los niños obesos tienen más probabilidades que los demás de desarrollar síntomas y, además, los pacientes con bajo peso que no prosperan debido a sus trastornos respiratorios del sueño pueden experimentar un aumento de peso deseado tras la adenoamigdalectomía”, añade.
Los investigadores creen que este aumento de peso ‘de recuperación’ entre los niños en estudios anteriores también contribuyó a la percepción de que las adenoamigdalectomías podían causar un aumento de peso no deseado.
Agrupar a los niños con bajo peso con niños normales y con sobrepeso hacía parecer que el grupo en su conjunto ganaba peso después de la cirugía.
Un trabajo anterior del mismo equipo de investigación que utilizó datos de un ensayo aleatorizado diferente en el que participaron niños con apnea obstructiva del sueño, publicado en ‘Sleep Medicine’ en 2021, concluyó que “la adenoamigdalectomía puede no ser un factor de riesgo independiente para el aumento de peso indeseable en niños”. Para el ensayo PATS, los investigadores definieron el aumento de peso indeseable de dos maneras: niños con bajo peso o peso normal que pasaron a tener sobrepeso después de 12 meses, y niños ya con sobrepeso que continuaron aumentando de peso en el mismo lapso.
El aumento de peso no deseado se produjo después de 12 meses en el 32% de los casos del grupo de adenoamigdalectomía (120 niños), frente al 27% del grupo de espera vigilante (101 niños). Un análisis de regresión no encontró una asociación significativa entre la adenoamigdalectomía y el aumento de peso no deseado.
“El resultado es que si usted es un especialista del sueño -o un otorrinolaringólogo que está considerando extirpar las amígdalas de un niño- no tiene que preocupar tanto a las familias diciéndoles: ‘Hay una epidemia de obesidad, y si opta por la cirugía, podría aumentar el riesgo de obesidad para su hijo'”, sugiere Ronald D. Chervin, Profesor Colegiado Michael S. Aldrich de Medicina del Sueño en la UM, director de su Centro de Trastornos del Sueño y autor principal del artículo.
Los autores señalan, sin embargo, que casi un tercio de los participantes experimentaron un aumento de peso no deseado, aunque la adenoamigdalectomía no fuera la causa. En este contexto, subrayan que los médicos tienen la oportunidad de fomentar un control de peso saludable cuando atienden a niños con sobrepeso y trastornos respiratorios leves del sueño.